Con el inicio de un nuevo año llegan nuevas experiencias y oportunidades a nuestras vidas, sin embargo, antes de adentrarnos en lo desconocido debemos de reflexionar sobre el pasado. ¿Qué mejor forma de iniciar que recordando?
Es por esto que en este blog regresamos a lo básico para refrescarnos la memoria sobre uno de los principales tipos de cerveza: las ales.
Cuando hablamos de una ale, entendemos que se trata de una cerveza de fermentación alta, lo que quiere decir que el proceso de fermentación se lleva a cabo en la superficie de la mezcla. Estas cervezas tienden a ser oscuras, turbias y con un contenido alto de alcohol, además de poseer un sabor robusto con tonos amargos fuertes debido al uso de una mayor cantidad de lúpulo, así como a una fermentación más rápida y completa.
Ahora bien, dentro de las ales podemos identificar cuatro subtipos: stout, porter, pale ale y wheat ale.
Las cervezas tipo stout son de las cervezas tipo ale más oscuras y amargas, elaboradas con malta de cebada tostada. Suelen tener de 4% a 8% de alcohol por volumen.

Las cervezas porter siguen a las stout en amargura. Son fuertes y oscuras, con toques de café o chocolate. Suelen tener al rededor de 6% de alcohol por volumen.

Las pale ale son cervezas obtenidas mediante fermentación templada y tienen un color más claro que las ales previamente mencionadas. Suelen tener de 4% a 7% ABV.

Por último, las wheat ale son un tipo de cerveza elaborada con trigo en lugar de malta de cebada, tienen un color más claro y un sabor más suave que las demás ales. Suelen tener un grado alcohólico menor, de 4% a 5% de ABV.

Las ales son las cervezas más antiguas y tradicionales, y junto con las lagers constituyen los dos principales grupos de cerveza. En el siguiente blog hablaremos de la otra gran familia de cervezas: las lagers.
TheBeerLabTeam
Fuente: «Stuff every beer snob should know», Por Ellen Goldstein